En la India la música clásica es denominada shastriya sangeet. Sangeet significa música, y Shastriya, del sánscrito shastra, que se remite a una ciencia o método. Mientras la música clásica occidental es llamada clásica meramente por su antigüedad, sus equivalentes en los idiomas de la India indican una ciencia del sonido, fundamental y subyacente en la tradición de la música clásica. La ciencia detrás de la música india está codificada en textos antiquísimos como los Vedas. Cada composición fue creada científica o metódicamente, cada nota simboliza un sentimiento, una intención, un punto de referencia en el cuerpo humano y en el cosmos, una indicación de cómo desarrollar la misma composición de acuerdo al lugar en que se encuentra.
Hoy en día, dos tradiciones musicales clásicas conviven en la India, una en el norte y otra en el sur. El estilo del norte de la India es conocido como el estilo indostánico y cuenta con (discutibles) influencias persas y centroasiáticas, tanto en la instrumentación como en su tonalidad.
El estilo clásico del sur es conocido como carnático. Relativamente aislado de las influencias extranjeras, está presumiblemente más cerca del estilo expuesto en los antiguos textos sánscritos. Los conceptos aquí expresados, aplican en la medida de lo posible a ambos estilos de música clásica india, en contraposición con la música clásica occidental.
La octava musical india (que no es una octava en sí, es un saptak, de siete notas) es considerablemente más rica que la octava musical occidental. Por qué? Porque la octava occidental completa se compone de 12 notas, mientras que la música clásica de India cuenta 22 notas.
En la música clásica de Occidente, la claridad tonal es altamente valorada y una emoción es comunicada a través del modo en que una nota es tocada o cantada. La música clásica de la India, por el contrario, utiliza microtonos – shrutis - que fluctúan con rapidez, notas que pueden caer entremedio de las 22 notas estándar, para acentuar una de ellas. A los oídos occidentales esto puede sonar como un compromiso respecto de la claridad tonal, o inclusive desafinado, pero el valor de los microtonos se vuelve más claro a medida que uno escucha con profundidad la música clásica de la India.
La música clásica de la India gira en torno a los conceptos centrales de raga y tala. El raga es una entidad musical aural que brinda un marco tonal que circunscribe las notas que están permitidas en una composición clásica y aquéllas que no, junto con un sentimiento o intención que éstas transmiten. Todas las piezas clásicas fueron concebidas de acuerdo a un raga y comienzan con una escala ascendente y otra descendente y proceden a explorar las mismas. Y porque cada composición no está sola, sino que tiene el soporte de un raga, es que hay un considerable espacio de exploración e improvisación durante su interpretación. Mientras que en la música clásica occidental no cualquier músico puede dedicarse a la composición de piezas, aunque sí a su ejecución, en la música clásica de la India el curso más básico – ya sea vocal o instrumental - incluye material sobre los ragas principales y consejos para la composición. La composición es prácticamente inseparable de la interpretación en la música de la India, debido a la presencia de la improvisación y la personalidad y musicalidad de cada intérprete. La composición musical, como cualquier otra actividad creativa, requiere un talento considerable. Sin embargo, el hecho de contar con un marco estándar de ragas como referencia le brinda al compositor un conjunto de reglas a seguir o a quebrar, creativamente hablando. Sin embargo, hay que saber qué reglas pueden quebrarse y en qué contexto.
La música clásica occidental es polifónica mientras que la de la India es homofónica. También podríamos decir que la música clásica occidental privilegia la armonía y la de la India la melodía, si bien la armonía también está presente en la música de la India aunque no de la manera en que es comprendida en Occidente. No hay acordes, las notas resuenan aún sin ser ejecutadas, como un eco, ya desde las primeras vibraciones de la tanpura. En el Sa están contenidas todas las notas, el Sa está contenido en el silencio mismo y del silencio interno surge la creación.
La música clásica de la India compensa su ausencia de polifonía con el gran desarrollo del conocimiento rítmico y percusivo. La música clásica occidental subordina el ritmo a la melodía, con algún que otro golpe de timbal para acentuar una frase musical y reduce el ritmo a tan solo llevar la cuenta del pulso. Por otra parte, la música de la India, como ya mencionamos, se basa en torno a los conceptos centrales de raga y tala. Éste segundo concepto crucial es el ritmo. Cada pieza musical clásica comparte su escenario con ambos, y es el aspecto rítmico el que establece el esquema de la composición. Quienes habitualmente escuchan música de la India son tan concientes del esquema rítmico de una pieza como de su aspecto melódico.
Tal vez el mejor aspecto de la música clásica de la India sea el hecho de que cuenta con dos estilos diferentes. Ambos descienden claramente de la misma fuente, de la misma tradición. Sin embargo, en su forma actual, contienen muchas influencias regionales que proveen puntos de referencia valiosos cuando son yuxtapuestos. Un estilo que suele deleitar al público de la música clásica india es el jugalbandi, donde músicos de dos estilos o tradiciones diferentes interpretan a dúo el mismo raga y se turnan en la ejecución, llevando adelante un vívido debate musical. La música clásica occidental parece enfatizar las tradiciones musicales menos que la música india, concentrándose más bien en los estilos de compositores reconocidos. Al no contar con el marco del raga y de las tradiciones según gharanas (escuelas o tradiciones), se hace más difícil comparar cómo los diferentes estilos musicales interpretan un conjunto de reglas respecto de la composición.