viernes, 16 de mayo de 2008

La noción de totalidad en el pensamiento de la India

La noción de totalidad es inmanente a todas las expresiones artísticas y no artísticas de la India, por ello creo que es fundamental reflexionar sobre el tema al entrar en el estudio de cualquier tema relacionado con la India. Encontré este maravilloso artículo y creo que merece dedicarle un espacio a la reflexión de lo que expresa, que por supuesto influye en la música y todas las disciplinas clásicas indias. Lo que sigue es el extracto de un artículo del francés Christian Godin. Traducción de Daniel López Salort.

(El presente artículo fue publicado originalmente en Diógenes, 2000, Vol.48, Issue 1, p.58. Université Blaise Pascal, Clermont-Ferrand-Francia. Traducido al inglés por Richard Stamp. El presente artículo está reescrito desde un capítulo tomado de un trabajo (La Philosophie, volumen 3 de La Totalite), con Champ Vallon.)

Oriente ha visto la totalidad de un modo mucho más consistente y sistemático que Occidente, y la India más que cualquier otra civilización en el Este. Cuando Swami Siddheswarananda llegó a Francia para una conferencia sobre filosofía védica, tituló su alocución "Bosquejo de una Filosofía de la Totalidad". La expresión podría haber sido aplicada a las filosofías de la India como un todo. No es una exageración afirmar que la India es la tierra de la totalidad por excelencia. La noción de totalidad, implícita o consciente, poética o teorética, original o final, está presente a través de la cultura india, tanto en su religión como en su arte, tanto en sus costumbres como en su lenguaje. Mientras que el comienzo absoluto de una pieza musical de Occidente está en mantener un tiempo dramático análogo al de la Creación, la música india parece venir desde la eternidad de un universo sin trascendencia. El cuerpo toma lugar en un sentido cósmico a través de la danza. Ejecutando el tandava, la danza cósmica, Shiva Nataraja (Señor de la Danza) crea y destruye mundos infinitamente. El arte indio es un arte de proliferación: tanto la reiteración de los motivos esculpidos en arquitectura como las letanías y metáforas prolongadas en el poema épico son intentos simbólicos para capturar la totalidad del mundo. Cada elemento singular, ser, movimiento o cosa dentro de este continuo espacio-tiempo se mueve hacia todos los otros. Los textos describen el cielo de Indra con su red de perlas dispuestas de tal modo que cuando uno mira dentro de una, uno ve todas las otras reflejándose en ella; del mismo modo, cada objeto de este mundo no es meramente sí mismo sino que comprende cada una de las otras y es realmente todas las otras. La cultura de la India es de plenitud, presencia y continuidad.

Toda la India piensa de acuerdo a este principio de totalidad: sánscrito, en Sánscrito, significa "perfecto", "completo". Del mismo modo que el punto contiene potencialmente todo el universo, el mantra más simple, la sílaba AUM, comienza cada himno sagrado repetido incansablemente por los devotos, y es escrita sobre toda suerte de medios, desde la piedra al papel, por la vía de la tierra y la piel, este mantra –el más simple- se supone que sintetiza y condensa el universo. Sus tres elementos fonéticos (A, U, M) gobierna un serie sin fin de tríadas que comprenden la totalidad de las cosas y los seres (los tres dioses de Trimurti, los tres mundos, las tres cualidadades, los tres componentes de la personalidad, etc.).

La diferencia fundamental entre la filosofía india y la filosofía occidental radica en que mientras ésta última apunta continuamente a la palabra correcta, la primera apunta continuamente a la imagen correcta. La India nunca tuvo fe en la razón sola para arribar a la totalidad. En la India, la totalidad va de uno al infinito. Cuando el raga comienza, parece continuar desde el tiempo inmemorial, como si se materializara fuera de la noche. Los hechos inaugurales son cíclicos, como el amanecer. En la India, no hay silencio original como aquel sobre el que descansa nuestra música occidental.

Un mito cosmogónico ilustra espléndidamente cómo el todo es preservado gracias al preservador:
Al fin de cada ciclo, cuando el universo entero es destruido, allí permanece la serpiente cósmica Sesa, cuyo nombre significa en sánscrito "el preservador". Vishnu es arrullado dormido sobre él: una noche de Brahma comienza entonces (billones de años en la escala humana) mientras la imagen del viejo mundo abolido es preservada en el sueño del dios. Cuando la noche comienza su fin, un tallo de loto surge desde el ombligo de Vishnu, Brahma aparece en el medio de la corola y armado con los Vedas dibuja la imagen del mundo vano desde el sueño de Vishnu, y recrea otro mundo idéntico al viejo. Un nuevo ciclo puede entonces comenzar nuevamente, el que continuará un día de Brahma (otra vez billones de años para los hombres), y así por la eternidad.

Proliferación es una expresión de una totalidad no abandonada por el infinito. Está omnipresente en la India, tanto en los textos sagrados como en los épicos, tanto en las notas tocadas por un sitar como en las fachadas de los templos (por ejemplo, el amontonar metáforas en la literatura épica, la superposición de motivos y esculturas sobre las superficies de los templos). La Perfección de la Sabiduría lista 108 nombres para la misma. La letanía es al lenguaje lo que la acumulación de motivos es a las artes: una expresión de totalidad en su forma extensiva, a través de una enumeración que lucha sin descanso.

La India tiene palabras para la unión de la poesía y de la pintura, y para la pintura y la música. El Vishnudharmottaram ilustra esta idea con una historia, donde es como si cada arte fuera absorbido por el próximo: un rey desea aprender el arte de la pintura pero sabe que para pintar él debe primero aprender a esculpir para dar a sus pinturas el modelo requerido. Pero esculpir significa que él tiene que comprender el movimiento y el gesto, y continuar así con la danza. La danza a su vez implica un buen conocimiento del ritmo, lo que requiere el instrumento y la música vocal. Entonces la música halla su inspiración desde la poesía. De este modo el rey se da cuenta que para aprender un solo arte él tiene que aprender todos.

El único tema de la filosofía Vedanta es la búsqueda de la unidad; la mente hindú no está interesada en lo singular para sí (por lo tanto la pérdida del retrato en la pintura, el que solamente comenzó con la influencia de la miniatura persa), busca lo general. ¿Qué cosa basta conocer para conocer todo? Este es el único tema. Así como uno conoce todo sobre la arcilla pues conoce un puñado de tierra, así el conocimiento de una cosa nos basta para conocer el universo entero. Este es el único propósito. La totalidad del universo puede ser reducido a una sola cosa. Todo lo que vemos en derredor nuestro, todo lo que sentimos, tocamos, saboreamos, es simplemente una manifestación diferenciada de esta sola cosa.

Aunque la totalidad está representada geométricamente en el pensamiento indio, es orgánica y no mecánica. Esto es mostrado por el hecho de que en sánscrito anga significa tanto miembro del cuerpo humano como una parte de la totalidad.

‘Brahma es todo’ declara el Mundaka Upanishad; pero el Isa Upanishad manifiesta contradictoriamente: "Está dentro de todo / Está fuera de todo". Los brahmanas dicen: "Coloco cada mundo dentro de mi propia persona y mi propia persona dentro de cada mundo". La deidad, cualquier nombre que uno le de – Brahma, Vishnu, Shiva, Devi: todos estos significadores son intercambiables - vienen juntos a habitar el universo y adormarlo. El universo es la residencia y es el ropaje del universo.

En la India, la salvación o la liberación representan el fin último, y el conocimiento está reducido al nivel de medio. La India ha vuelto su atención al misterio de la ignorancia, la que es definida como una separación de la totalidad.

De acuerdo a los versos 45 y 46 del Rig Veda, el lenguaje humano representa solamente una cuarta parte de un lenguaje posible. Entonces esto es forzado a romper la unidad primordial del cosmos en numerosos elementos. Uno tendría que tener las otras tres cuartas partes del lenguaje a su disposición para ser capaz de expresar el Uno-totalidad en palabras; pero estas tres cuartas partes son el lenguaje mismo de la inmortalidad, y un hombre común no tiene acceso a esto.

Si uno considera la visión como visión, permanece invisible; si uno considera la no-visión como visión, no hay más cosa invisible. Si uno estima el conocimiento como conocimiento permanece incognoscible; si uno estima el no-conocimiento como conocimiento, no hay nada incognoscible. (No olvidemos que el cero fue una invención india).

En el tercer siglo A.C., bajo el reinado del emperador Ashoka, se formó una escuela buddhista llamada ‘panrealista’ (Sarvastivadin). Afirmaba la substancial y simultánea realidad de todo, incluyendo el pasado y el futuro – un modo lógico de sellar la brecha que el tiempo produce dentro de la totalidad. Aun la abolición (de pasiones y renacimientos) debe ser entendida como un modo del ser.
---------------------------------------------------------------------------------

La versión completa de este artículo puede ser encontrada aquí:
http://www.konvergencias.net/godin.htm